Han sido el disfrute de generaciones de
carupaneros, quienes
desde fines del siglo XIX
acudían a la calle
Independencia para
admirar a esta pícara pareja.
Se cuenta que
J. Cabré, escultor de
origen francés, radicado
en Caracas, tomó como modelo a dos negritos
africanos, que para
comienzos de siglo
prestaban servicio
en casa de una
familia caraqueña.
Don Octavio Cerisola
Ruíz los adquiere y
traslada a
Carúpano en donde
por el auge popular
que luego causaron
en la comunidad se les
apellida CERISOLA.
Su fama trasciende
Carúpano, y es así
como los Negritos
hacen un viaje en
vapor, bajo escolta
militar, a la ciudad de Maracay. El Gral. Juan
Vicente Gómez los
solicita para que formen
parte de una exposición
con motivo de la
inauguración del
parque “El Jardín de
las Delicias” regresan
a la calle Independencia,
a los ventanales de la firma
O. Cerisola Ruiz
donde para ese
entonces funcionaban
los consulados de
Mexico y España.
Cuando se liquida la
firma comercial
desaparecen y no se
sabe nada de ellos
hasta veinte (20)
años después, cuando
el Ateneo de Carúpano
y la Casa Sucre, inician
la labor de rescate. Contactan
al Sr. Gustavo Rodríguez
quien por su intermedio
logra que la familia
Cerisola Sisco los donara. Y
Desde entonces,
reposan en el recinto del Ateneo e Carúpano.